¿Cuáles son los límites del coraje?

En San Antonio, Texas, Jessica Mc Caskill retuvo sus cuatro coronas de la categoría welter al vencer por abandono en el cuarto round a la mexicana Alma Ibarra.

En la previa, parecía una pelea con equivalencias, si bien era claro que la favorita era la campeona del mundo, una de las mejores libra por libra. Pero en la realidad, fueron tres rounds en los que todos los golpes lanzados por la estadounidense llegaron a destino, y varios de ellos desde el primer campanazo, hicieron daño a la visitante. 

La mexicana lució confundida, recurriendo frecuentemente a infracciones para detener el avance de Mc Caskill, una de las boxeadoras con mayor pegada en el mundo. En los clinchs, la mirada de Ibarra se perdía, y tenía dificultades para mantener la vertical. Si bien no había podido derribarla Mc Caskill, la ventaja de ésta ya era ostensible al terminar el tercer round. 

En el descanso antes del cuarto round, la mexicana gritó a su rincón que no podía continuar y que quería llegar con vida a su casa. Su entrenador la presionó para seguir, pero Ibarra se negó a salir, y el árbitro decretó el KOT, aunque fue un abandono liso y llano decidido por la misma boxeadora. 

Ahora Mc Caskill tiene un récord de 12 victorias (5 KOs) y 2 derrotas. 

El hecho reinstala un viejo debate en el boxeo, sobre cuáles son los límites del coraje. Ibarra estaba siendo superada ampliamente por Mc Caskill, y seguramente, si salía al cuarto round, la pelea hubiera acabado de todos modos muy pronto. ¿Le faltó coraje a Ibarra? ¿Hizo un cálculo de sus posibilidades y al ver que eran inexistentes, prefirió preservar su salud? ¿Acaso ése no es su derecho? Para los cultores del boxeo sangriento, fue una decepción, pero para quienes vemos al boxeo como un deporte noble, podemos comprender la decisión de la mexicana, sin perjuicio de preguntar sobre si vale la pena continuar en un oficio tan duro. 

Foto: sportingnews.com