Jeremías Ponce, torazo en rodeo ajeno

En Newcastle, el campeón IBO de los súper ligeros derrotó por nocaut técnico en el décimo round al inglés Lewis Ritson en combate eliminatorio por el título FIB de la categoría, en manos del invicto estadounidense Josh Taylor, titular también de las coronas AMB (supercampeón) CMB y OMB.

En una demostración de cómo se debe salir a boxear de visitante, el de José Mármol no hizo round de estudio ni especuló un segundo. Sin perder la línea técnica, desde el primer tañido de la campana fue a llevarse por delante a su rival, lanzando golpes ascendentes, rectos y curvos sin descanso, de manera variada y efectiva, demoliendo la resistencia del británico.

Ambos lograron una pelea intensa, conectándose recíprocamente, pero la mejor respuesta física del argentino fue preponderante, sobre todo a partir del quinto round. En el décimo, Ritson se desmoronó cayendo tres veces, decretando el árbitro el final de la pelea.

Con la segunda caída, se produjo un insólito incidente, ya que el rincón local tiró la toalla en señal de abandono. Una mueca de disgusto del inglés alcanzó para que el réferi no tuviera en cuenta el gesto del rincón y ordenara seguir el combate, que se extendió por unos pocos segundos más, ya que Ponce continuó con su seguidilla de golpes que derribaron una vez más a Ritson.

Ponce así llega a 28 victorias (18 KOs) sin empates ni derrotas y ganó su derecho a una pelea titular con Josh Taylor. Demostró que es uno de los pocos púgiles argentinos que está en el primer rango mundial, y que puede sostener una pelea mundialista, lanzando golpes de manera constante.